martes, 26 de junio de 2012

Hablemos de Grimbergen (Tripel)

Hace unos días catamos unas Grimbergen en casa. Cerveza afamada, de botellín perfecto, gran etiqueta, buen marketing, precio en consonancia y sabor quizá demasiado dirigido al mercado. Mismo crítica se podemos hacer a todas las cervezas de abadía.
Bebimos dos variedades: la Tripel y la Optimo Bruno. Es de la primera de la que me gustaría hablar ya que la segunda no me gustó nada.
En cambio, la Grimbergen de triple fermentación sí que es de lo más agradable. Resulta hasta refrescante y eso que tiene 9% de alcohol. Se nota la mezcla de cebada y trigo, que le da un toque muy interesante. Personalmente, me encanta esa mezcla de cereales.
La espuma es muy abundante y densa. Con la burbuja pequeña. Contrasta a la maravilla con el amarillo brillante del brebaje. No es nada opaca. Tiene un color muy bonito que la hace aún más apetecible. Cuando la hueles, un tufillo dulzón te invita a darle el primer trago.
Y al tocar los labios te sorprende por lo fácil que resulta. Fresca. Amable. Gran bebida. Un segundo trago te permite ir cogiendo los detalles. Es amarga y dulce a un mismo tiempo. Muy bien equilibrada. Además, apenas se nota el alto contenido alcohólico al beberla. Muy completa.
Yo la veo por encima de la media, aunque en temas belgas yo tengo predilección por los impares. Blonde o Tripel. Las de segunda fermentación rara vez me convencen. Las cuádruples tienen que ser muy buenas para que no cansen. En definitiva, la Grimbergen es una Leffe en versión mejorada. Si dudas entre las dos, yo me decanto por la del fénix 
   

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